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El Dot Pattern, que nació con el fin de ser presentado en un concurso de diseño textil y que fue lanzado en 1947 por el Museum of Modern Art de Nueva York, se convirtió en el motivo más famoso de los Eames y en un tema recurrente a lo largo de toda su producción.
Charles e Ray Eames investigaron su uso en la iluminación, pero las lámparas nunca llegaron a fabricarse. Gracias a un trabajo conjunto entre Eames Office y Cassina, una nueva colección de apliques y lámparas de suspensión salió a la luz, conjugando tecnología avanzada y el diseño gráfico propio del dúo de diseñadores americanos.